Noche oscura

La noche era fría, el cielo estaba despejado y las estrellas brillaban débilmente. Hacía mucho tiempo que el silencio se había adueñado del mundo y la oscuridad nocturna reinaba sin interrupción alguna. Ahora solo quedaban las ruinas polvorientas de aquellas ciudades en las que aquellos que desafiaron a la naturaleza vivieron.
¿Quienes eran? nadie lo sabía, solo quedaba el vago recuerdo en los más viejos de un gran dolor que a todos hirió y luego los pocos que quedaron se marcharon para no volver.
¿Que habría sido tan terrible como para expulsar a los amos? (así era como los llamaban los ancianos con respeto) pues se decía que eran capases de contener ríos y derribar montañas. Algunos dicen que ellos mismos se destruyeron, pero nadie creería algo así, seres tan inteligentes y poderosos no cometerían tal estupidez. Pero en la oscuridad, mas allá de las ultimas torres en ruinas, sombras silenciosas deambulan inquietas, ¿tendrían ellas algo que ver con el dolor del pasado?
Un aullido sonó a lo lejos y lo saco de sus pensamientos, levanto las orejas alerta y corrió por la calle desierta al encuentro de sus compañeros, él y los otros perros eran los únicos señores de la ciudad ahora que los amos no estaban.

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