Reseña: Starcraft II Wings of Liberty

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Hace poco terminé de jugar la primera entrega de lo que será la trilogía de Starcraft II: Wings of Liberty, continuación del ya mítico juego de estrategia en tiempo real Starcraft de Blizzard (Diablo, Warcraft, WoW) en el modo de campaña (la parte que mas me interesaba personalmente) donde a través de 25 misiones continuamos la historia desde donde quedó al final de La guerra de especies (Broodwar) la anterior expansión del juego.

He aquí una muy pequeña revisión de algunos aspectos de este.

El juego narra el conflicto entre tres razas muy diferentes.

Por un lado están los xenomorfos Zerg, criaturas de apariencia y sociedad similar a los insectos, que recorren el espacio agrupados en gigantescos enjambres.

Por el otro están los Protoss, nombre con el que se hicieron llamar en su primer contacto con los humanos. Son una especie tecnológicamente muy avanzada y con capacidades psíquicas de gran poder.  Estas dos especies guardan un origen que los une y los ha mantenido en conflicto desde hace milenios y ahora entre ellos a aparecido una joven y voluntariosa especie, los humanos, que llegando por accidente al sector han ocupado y terraformado gran numero de planetas.

No voy a profundizar en el modo de juego o las nuevas unidades. Aquellos que conocieron el juego original no encontraran nada diferente, solo mejoras en cuanto a gráfica, equilibrio de las unidades y aspectos que ayudan a realzar el realismo y la inmersión dentro de la historia, como el hecho de realizar investigaciones que se mantienen a lo largo de la campaña y que puedes comprar planos de mejoras tecnológicas para tus vehículos y unidades que también perduran a lo largo del desarrollo de la campaña.

Me enfocare en el aspecto narrativo del juego.

Nos encontramos con nuestro héroe protagonista (Jim Raynor) que de héroe le queda poco.

En los cuatro años que han pasado desde la Guerra de especies Raynor ha ido languideciendo, incapaz de cumplir sus objetivos de derrocar el sistema y hacer justicia por los inocentes asesinados por el actual emperador del Dominio Terran, Arcturus Mengsk,  al que alguna vez apoyó en su revuelta contra la antigua Confederación.

Raynor, dado a la bebida y la baja piratería, encuentra una oportunidad de reiniciar su revolución al instigar y apoyar un levantamiento en una colonia exterior.

Desde aquí lo que parecía un pequeño alzamiento da pie a eventos que llevaran a Raynor a encontrarse con antiguos aliados y viejos enemigos para enredarse en la red de un conflicto mayor y más antiguo en el que tendrá que enfrentar aquello que mas lo a atormentado los últimos años.

La historia es una narración de ciencia ficción clásica, una Space Opera que nos recuerda inmediatamente a Starship Troopers y también tiene ese aire del viejo oeste que recuerda a Firefly.

Por otro lado el que los Protoss sean una especie antigua que camina hacia su ocaso hace inevitable las reminiscencias a Tolkien y los elfos que dejan la tierra media a una raza más joven. Pero también hay vistazos a pragmatismos religiosos y totalitarismos, control de la información y refugiados huyendo de mundo en mundo tratando de recuperar sus vidas normales, es decir mucho de ciencia ficción, fantasía y realidad.

Y detrás de todo algo se mueve en las sombras.

La imagen del héroe humano que se nos presenta es exactamente eso, humano, lleno de defectos y virtudes pero que al final su sentido del honor y la justicia lo lleva a tomar las decisiones que guían su destino; por supuesto el jugador podrá a veces decidir, como la historia es lo que me interesa yo suelo actuar “como lo haría Jim”

Los personajes que rodean al héroe o que lo enfrentan, aumentan en profundidad según la importancia del papel que jueguen, así por ejemplo el jefe de armería se nos revela como un compañero que nos ha seguido desde hace tiempo pero que mayormente nos habla de maquinaria, a diferencia de Matt el capitán del Hiperion (¿otro guiño?) quien es de hecho el pilar sobre el que Raynor se apoya y comparte con este su odio por el Dominio de Mengsk.

En definitiva la historia me a emocionado y aunque quizás solo sea por que soy fan de la saga considero que es una de las mejores historias de ciencia ficción de las que se puede disfrutar hoy fuera de los libros y espero con ansia poder continuar con Starcraft II Heart of the Swarm.

Sin embargo no puedo dejar pasar la oportunidad de hacer notar un punto que me parece un error dentro del juego pero que no solo es un problema de Starcraft, si no de la mayoría de los juegos de estrategia, me refiero a la inverosimilitud de los enfrentamientos. Es decir, por mucha suspensión de la realidad que haga no me entra en la cabeza que un grupo de soldados de infantería puedan derribar un inmenso crucero de batalla estelar (porque son enormes, aunque la escala en el juego no lo demuestre)

O que un par de zerlings puedan destruir un fuertemente blindado tanque de asedio.

Se a tratado de explicar esto a través de las capacidades de las armas y de la superiores capacidades de las biologías de los alienígenas, pero el problema que yo veo es de escala y creo que esto debería tomarse en cuenta para mejorar el factor estrategia en el juego.

Así que ya saben, si no conocen esta saga les recomiendo que la jueguen desde el principio.

Saludos.